¿Quién puede enseñar el Bhagavad Gita?El Conocimiento (Jnana) puede ser enseñado por un erudito, la realización (Vijnana) noReflexión de Pedro Nonell: ¿Quién puede enseñar el Bhagavad Gita? Índice:
Para contestar a esta compleja pregunta tenemos que recurrir a las enseñanzas del Bhagavad Gita como Yoga-Shastra: «Deja que Shastra sea tu autoridad para saber lo que se debe y lo que no se debe hacer; cerciórate que la regla Shastra se cumple y haz tú trabajo» Bhagavad Gita 16-24. Lo ideal para asimilar las profundas enseñanzas del Bhagavad Gita sería a través de un Swami (como Swami Vivekananda o Swami Sarvapriyananda), un Paramahansa (como Sri Ramakrishna o Yogananda), o un Gurú (“aquel que disipa la oscuridad” como dice el Advayataraka Upanishad), es decir, alguien que haya alcanzado el autoconocimiento y la realización de Dios. Sri Ramakrishna decía: “Sólo hay un gurú: Sat-Chit-Ananda (Existencia, Conocimiento y Bienaventuranza absoluta)” Pero es muy difícil encontrar hoy en día a un Gurú así, hay muy pocos, sobre todo en Occidente. Hay que tener en cuenta también la existencia de falsos “Gurúes mediáticos” cada vez más numerosos. Ante esta dificultad ¿Qué puede hacer un buscador que desee aprender el Bhagavad Gita si no tiene acceso a un Swami o a un Gurú? Como veremos en esta reflexión, el Bhagavad Gita comprende tanto conocimiento teórico como práctico, en el sentido de realización. La realización de Dios sólo puede ser alcanzada con ayuda de un Swami o un Gurú, pero el conocimiento teórico puede alcanzarse mediante el auto-estudio (aunque se corre el riesgo de malinterpretación) o recurriendo a la ayuda de un erudito del Gita. Hay una anécdota muy ilustrativa de Sri Ramakrishna, el iletrado monje que veía a Dios. Una tarde su discípulo Naren, el futuro Swami Vivekananda, estaba hablando con su Maestro y afirmando que a través de los libros se podía ver a Dios. Ramakrishna, al que le gustaba mucho bromear, le dijo a Vivekananda: “Coge aquel libro de pluviometría de la librería”, y Naren lo cogió, aunque un poco aturdido empezó a hojearlo. Ramakrishna se estaba riendo, y le dijo “Ahora, estruja con todas tus fuerzas el libro”, y Vivekananda, sorprendido, lo hizo. Al cabo de un rato Ramakrishna, riendo, le preguntó “¿Has podido sacar agua de este libro?” Si Vivekananda no pudo sacar agua de ese libro, ¿cómo podrías tu “sacar a Dios” de un libro? Puedes leer muchos libros sobre volar en avión, pero hasta que no te subas a uno de ellos no sabrás lo que realmente es volar. Los libros nos dan información, un erudito puede transformar esta información en conocimiento, y un gurú en sabiduría (en el sentido de realización). El poeta TS Elliot lo expresó así: “¿Dónde está el conocimiento que perdemos en la información? y “¿Dónde está la sabiduría que perdemos en el conocimiento? En otra ocasión un devoto preguntó a Ramakrishna: “¿Hay que leer libros sobre el Vedanta y razonar sobre ellos?” y el Maestro respondió: “Al principio hay que oír libros y entregarse al razonamiento. Hay que oír las Escrituras durante las primeras etapas de la disciplina espiritual. Después de alcanzar a Dios, el conocimiento no falta. Entonces la Divina Madre lo provee con seguridad. El mero hecho de leer las escrituras no es bastante. Una persona no puede comprender su verdadero significado si está apegada al mundo" El buscador espiritual es quien tiene que autoconocerse y autotransformarse. El papel del Gurú El Bhagavad Gita, como ciencia Para-Vidya (Ciencia espiritual) es un camino de autoconocimiento, autotransformación y liberación, es decir, es el buscador espiritual quien tiene que autoconocerse y autotransformarse, nadie más puede hacerlo por él, excepto en aquellos pocos casos (Swamis, Gurús, Paramahansas) que realmente han realizado a Dios (Vijnana). En 1880 tuvo lugar el primer encuentro entre Ramakrishna y el futuro Swami Vivekananda, nada más verlo el Maestro dijo “¡Cómo brilla con la luz de Saraswati, la Diosa del Aprendizaje!... No eres solamente un Jnani, en ti se mezclan la tierna devoción (Bhakti) y el profundo conocimiento” Al poco tiempo, se iniciaría una relación gurú-discípulo que duró más de cinco años. Ramakrishna transfirió a Vivekananda sus poderes con un simple toque, tras lo cual Naren dijo: “¡Me quedé estupefacto al descubrir que realmente no había nada en el universo sino Dios!”. Pero ¿quién puede tener cerca a un maestro que le pueda transferir su conocimiento con un solo toque? ¿Quién puede tener a su lado a un Sri Ramakrishna? El gran problema a veces, sobre todo en Occidente, es encontrar a este Gurú, aunque quizás él algún día vendrá hacia ti. Pero si no lo encontramos ¿Tenemos que abandonar este camino espiritual? Además, sería imposible que existiesen Gurúes por todo el mundo capaces de disipar la ignorancia de miles de millones de almas que buscan espiritualidad y liberación.
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