Sri Ramakrishna y Totapuri (segundo gurú, Advaita Vedanta)Después de la iniciación, Totapuri me enseñó el Advaita Vedanta (Ramakrishna)Sri Ramakrishna tuvo dos importantes gurús: Yogeshwari (Bhairavi Brahmani) y Totapuri. En esta reflexión nos centraremos en el encuentro con su segundo Gurú: Totapuri (Advaita Vedanta). Totapuri llegó al jardín del templo de Dakshineswar a fines de 1864. Tal vez nacido en el Punjab, era el director de un monasterio en esa provincia de la India y lideraba una congregación de setecientos Sannyasins (renunciantes). Entrenado desde temprana edad en las disciplinas del Advaita Vedanta, veía el mundo como una ilusión. Los dioses y diosas del culto dualista eran para él meras fantasías de la mente engañada. Las oraciones, las ceremonias y los ritos no tenían nada que ver con la verdadera religión, y él era totalmente indiferente a estos rituales. Ejerciendo el esfuerzo propio y una fuerza de voluntad inquebrantable, se había liberado del apego a los objetos de los sentidos del universo relativo. Durante cuarenta años había practicado una disciplina austera en la orilla del sagrado rio Narmada y finalmente se había dado cuenta de su identidad con el Absoluto. A partir de entonces vagó por el mundo como un alma sin ningún tipo de ataduras con nada mundanal. Vestido con un taparrabos, pasaba sus días bajo el dosel del cielo tanto en la tormenta como en el sol, alimentando su cuerpo sólo con limosnas. Había estado visitando el estuario del Ganges. En su viaje de regreso por la orilla del río sagrado, guiado por la inescrutable Voluntad Divina, se detuvo en Dakshineswar. Totapuri dijo: "Brahman es la única Realidad, siempre pura, siempre iluminada, siempre libre, más allá de los límites del tiempo, del espacio y de la causalidad. Aunque aparentemente dividida por nombres y formas a través del poder inescrutable de Maya, esa hechicera que hace posible lo imposible, Brahman es realmente Uno e indiviso.” "Lo irreal nunca viene a la existencia, y lo real nunca deja de existir" Gita 2-16 Sri Ramakrishna permaneció completamente absorto en Samadhi durante tres días. Totapuri gritó de asombro "¿Es realmente cierto? ¿Es posible que hayas logrado en un solo día lo que me llevó cuarenta años de ardua práctica lograr? ¡Gran Dios! ¡Es nada menos que un milagro!" Con la ayuda de Totapuri, la mente de Sri Ramakrishna finalmente descendió al plano relativo. Totapuri, un monje del tipo más ortodoxo, nunca permanecía en un lugar más de tres días. Pero permaneció en Dakshineswar once meses. Él también tenía algo que aprender. Totapuri no tenía idea de las luchas de los hombres ordinarios en las redes de la pasión y del deseo. Habiendo mantenido durante toda su vida la ingenuidad de un niño, se reía de la idea de que un hombre fuera descarriado por los sentidos. Estaba convencido de que el mundo era Maya y sólo había que denunciarlo para que desapareciera para siempre. No dualista nato, no tenía fe en un Dios personal. No creía en el aspecto terrible de Kali, mucho menos en su aspecto benigno. La música y el canto del santo nombre de Dios eran para él una tontería. Ridiculizó el gasto de emoción en la adoración de un Dios Personal. Fuente: “La vida de Ramakrishna” de Romain Rolland Jay Ramakrishna! (c) Instituto Gita |