Incluso Dios está comprometido con los deberes prescritosÉl se encarna para proteger el Dharma. Aunque en realidad no tenga ningún deber que hacerCursos: Bhagavad Gita - Karma Yoga - Maestría en Bhagavad Gita Explicación de Pedro Nonell en base a los comentarios de Swami Vivekananda y Swami Vidya Prakashananda sobre el verso 22 del capítulo 3 (Karma Yoga, Camino de la acción desinteresada) del Bhagavad Gita
En el verso 22 del capítulo 3 (Karma Yoga) del Bhagavad Gita, el Señor Krishna nos explica que incluso Él mismo actúa, aunque en realidad permanezca inafectado por la acción, ni tiene ninguna obligación de hacerlo: “ Yo no tengo ningún deber que hacer en los tres mundos, oh Partha, ni tengo nada que ganar o alcanzar. Sin embargo, Yo también estoy comprometido con los deberes prescritos”. Primero vamos a aclarar que son estos tres mundos. En la mitología india:
Ahora entendemos mejor este verso, el Señor no tiene ningún deber que hacer, ni en el universo creado por Maya, ni en el plano más sutil ni tampoco en el plano espiritual más elevado, en donde las grandes almas, los Mahatmas residen. Dios se encarna para proteger el Dharma Sri Krishna es la encarnación en la Tierra de Visnú, por tanto es Dios mismo. Él está en los tres mundos y los tres mundos están en Él. Entonces, ¿para qué debería trabajar? ¿Qué ganaría trabajando? Es su amor y compasión por la humanidad, lo que hace que se encarne en la tierra, una y otra vez, en un lugar y en otro, para mantener el Dharma para el bienestar y el progreso del mundo. Recordemos el siguiente verso del Bhagavad Gita: Cuando la maldad acecha Él se convierte en Krishna, en Buda, en Jesús, en Mahoma o en Sri Ramakrishna. Así que Él, sea como sea que le llames, está trabajando incesantemente en todas partes para restablecer el Dharma. Él, el Brahmán infinito y sin forma de los Jnani Yoguis, nace y toma un nombre, viene al mundo y toma una forma, se mezcla con los hombres, les enseña, los eleva y los conduce a la libertad y la bienaventuranza. Es el Paramatman de los Karma Yoguis, o el Bhagavan de los Bhakta Yoguis. Si el Señor mismo está así de ocupado trabajando incesantemente, ¿por qué el ser humano no debería seguir su ejemplo? Comentarios versos Karma Yoga (Bhagavad Gita 3)
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