Bhagavad Gita, Nonell & Instituto Gita, Vivekananda

Bhakti (Devoción) Omnisciencia, nombres, formas y rituales



¿Eres capaz de concebir lo abstracto como abstracto? (Bhakti Yoga) Transcendencia de la Omnisciencia

Formación: Bhagavad Gita - Bhakti Yoga

Bhakti (Devoción) Omnisciencia, nombres, formas y rituales

Una reflexión de Pedro NonellBhakti Yoga (Devoción), nombres, formas y rituales. Idolatría. Omnisciencia. ¿Eres capaz de concebir lo abstracto como abstracto?” en base a las enseñanzas de Swami Vivekananda.

El Bhakti Yoga es la ciencia del amor supremo, Swami Vivekananda

Devoción y adoración a un Dios Personal

Prácticamente todas las religiones (Hinduismo, cristianismo...), excepto el budismo y el jainismo, han recurrido a la idea de un Dios Personal (Ishvara) y de ahí nacen la devoción (Bhakti) y adoración. Jainistas y budistas no han recurrido a un Dios Personal, sin embargo adoran a sus fundadores, el Buda y Mahavira, de igual forma que las otras religiones.

En el hinduismo, cuando se adora al Dios personal con cualidades, es decir, con nombres y formas, es devoción a Saguna Brahman; cuando se adora al Dios absoluto impersonal, sin nombres ni formas, es devoción a Nirguna Brahman.

Esta devoción y adoración a algún Ser superior que permita reflejar el amor al hombre es universal. Y este amor se ha manifestado en la historia de diferentes formas. El primer paso seguramente fue el ritual, a través de formas y símbolos, por el cual el hombre podía adorar a algo tan abstracto como la Realidad Absoluta.

Esta dificultad del hombre por captar lo abstracto, ha hecho que cualquier manifestación externa de la religión (música, libros, imágenes), que busca ante todo apelar a los sentidos, haya sido quizás el principal camino del hombre en su búsqueda de Dios.

En la historia, tanto musulmanes como protestantes, intentaron eliminar rituales y símbolos. Pero los musulmanes al final han tenido que recurrir al ritual de la Caaba. Los protestantes afirman que la idea del Libro (la Biblia) es mucho más sagrada que cualquier otro símbolo, como por ejemplo, una iglesia.

El jardín de infancia de la religión

Pero ¿existe alguna razón para impedir al hombre recurrir a los símbolos?

Todas estas formas: imágenes, libros, música o templos, no son malas, sino más bien necesarias para desarrollar la espiritualidad, pero no pueden ir más allá, no permiten realizar a Dios. Son como “el jardín de infancia de la religión”.

Como decía Swami Vivekananda:

“Es muy bueno nacer en una iglesia, pero es muy malo morir en ella. Es muy bueno nacer dentro de los límites de ciertas formas que ayudan a desarrollar la espiritualidad; pero si un hombre muere dentro de los límites de estas formas, muestra que no ha crecido lo suficiente, que no ha habido desarrollo del alma.”

Es importante no confundir el desarrollo de nuestra alma (Atman) como un proceso racional, excepto para aquellos pocos que sean capaces de seguir el camino del Jnana Yoga (Camino del Conocimiento). Un hombre extraordinariamente inteligente, puede que ni siquiera haya llegado a entrar en este “jardín de infancia de la religión”.

Omnisciencia. ¿Eres capaz de concebir lo abstracto como abstracto?

Cuando se intentan describir los atributos de la Realidad Absoluta hay un concepto fundamental: Omnisciencia, pero es algo muy abstracto que creo que una mente común no puede realmente imaginar, y por ello, el hombre necesita recurrir a conceptos o formas que pueda concebir con su finita mente. Este uso de formas (iglesias, música, libros, ritos...) es fundamental en el Bhakti Yoga (Yoga de la Devoción al Señor) y en todas las religiones dualistas como el cristianismo o el islam.

Si yo te preguntase ahora ¿Qué quiere decir que Dios es Omnipresente? creo que te sería muy difícil expresar exactamente la profunda transcendencia de este concepto. Yo podría responder “que está en todas partes, y que por tanto, es un atributo que solo Dios puede tener”. En la Biblia leemos:

“Los ojos del Señor están en todo lugar, vigilando a malos y buenos.” Proverbios 15:3

Pero ¿es eso suficiente? ¿Realmente entendemos este concepto tan abstracto e infinito?

En el Bhagavad Gita, Arjuna le dijo a Krishna:

“Oh Señor ¡Tú eres el Brahman supremo, la Morada Suprema, el Purificador Supremo! Ser Celestial Eterno, Dios Primigenio, No Nacido, Omnipresente.” Gita 10-12 (Yoga de las Manifestaciones Divinas)

Observa las palabras que usa Arjuna para intentar describir al Señor: eterno, primigenio, supremo, no nacido y omnipresente. Tendría que esperar al siguiente capítulo para que el Señor le otorgase el “ojo divino” y le mostrase su Forma Universal (Vishwarupa).

Sin este “ojo divino”, sin lograr Brahman-Jnana (el conocimiento de la Realidad Absoluta), sin alcanzar el verdadero discernimiento (Vijnana) es imposible, creo, entender el profundo significado de Omnipresencia. El conocimiento racional (Jnana) no es suficiente para entender algo tan abstracto.

Por ello, quizás necesitamos compararlo con algo que ya conozcamos, o creamos conocerlo, que sea grandioso como el mar, el desierto o el Universo. Algo, que nuestra mente finita, sea capaz de entender y no se asuste ni incomode.

Por ello todas estas formas (imágenes, libros, iglesias...) son necesarias para el hombre común, quien es incapaz de concebir lo abstracto como abstracto. Hasta que no seamos un hombre perfecto, un Dios-Hombre, un Buda, un Cristo, un Mahoma, un Sri Ramakrishna, un Jnani Yogui, debemos ser de alguna forma idólatras. El hombre común necesita de estas formas para asimilar y entender algo tan abstracto como la Omnipresencia.

Casi todos somos idólatras por necesidad, en palabras de Vivekananda:

“El hombre que dice que es cuerpo, es un idólatra nato [el objeto de su adoración es su propio cuerpo]. Somos espíritu, espíritu que no tiene forma ni figura, espíritu que es infinito, y no materia. Por lo tanto, cualquiera que no pueda captar lo abstracto, que no pueda pensar en sí mismo tal como es, excepto en y a través de la materia, como el cuerpo, es un idólatra.”

Y desgraciadamente la historia nos muestra que esta ha sido una de las causas de las disputas entre religiones: “Mi forma es la correcta, la tuya no” olvidando que el origen de estas formas es la única Realidad Absoluta común a todos.

Sri Ramakrishna: practique: Hinduismo, Islamismo, Cristianismo

Y ese es el gran peligro de cualquier camino devocional, ya sea el Bhakti, el cristianismo o el islam, la posible tendencia al fanatismo y la intransigencia.

El hombre que desea alcanzar la realización debe deshacerse de estas cadenas, tiene que ir más allá de nombres y formas. Y como decía Vivekananda:

“Deberíamos ir más allá de todo esto y mirar a la humanidad como un vasto organismo, viniendo lentamente hacia la luz; una planta maravillosa, desplegándose lentamente hacia esa maravillosa verdad que se llama Dios; y los primeros giros, los primeros movimientos hacia esto son siempre a través de la materia y a través del ritual.”

Y tu ¿has transcendió ya esta etapa espiritual del “Jardín de infancia de la religión”?

¿Sí la has transcendido, hacia dónde vas?

Om, Namasté!

Reflexión basada en “Introducción al Bhakti Yoga (Las obras completas de Swami Vivekananda, Volumen 2)” Traducida al español por Pedro Nonell

Devoción (Bhakti) Adoración a nombres sagrados



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