Nishkama Karma y la acción desinteresada (Gita 2)Bhagavad Gita 2-38: Karma Yoga, Nishkama Karma (acción correcta) y EcuanimidadFormación: Esencia del Gita - Bhagavad Gita - Karma Yoga. Retiro: Bhagavad Gita “El secreto del Karma Yoga, Nishkama Karma (la acción desinteresada) y el Yoga de la Ecuanimidad” por Pedro Nonell A partir del verso 38 del Capítulo 2 (Sankhya Yoga) del Bhagavad Gita, Krishna explica la doctrina del Nishkama Karma (la acción realizada sin ninguna expectativa por sus frutos o resultados), como principio central del camino del Karma Yoga hacia la liberación. Este es el verso inicial de la teoría del Karma Yoga, uno de los pilares del Bhagavad Gita: «Lucha porque es tu deber (tu Dharma), tratando por igual el placer y el dolor, la pérdida y la ganancia, la victoria y la derrota. Cumpliendo así con tu responsabilidad, nunca incurrirás en pecado» Bhagavad Gita 2-38. Si reflexionas por un momento en este verso, descubrirás la esencia del Karma Yoga: la ecuanimidad y el desapego. Cumple con tus obligaciones, es decir, trabaja, actúa, pero libérate de los pares de opuestos, es decir, de las dualidades como el placer y el dolor y libérate de los resultados de tu trabajo. Así, podrás alcanzar la autopurificación de tu mente y tu corazón, y la liberación.
Ese secreto del Karma Yoga se basa en tres componentes:
El Karma Yogui debe alcanzar la ecuanimidad en todas sus acciones. Por ejemplo, la victoria suele generar una ola de euforia, mientras que la derrota una ola de depresión. Pero el Karma Yogui, sabe que ambas olas, tanto la victoria como la derrota son transitorias. Evita ir de un extremo a otro, de la felicidad a la depresión, evita las dualidades que toda acción conlleva. ¿Cómo se generan estas perturbaciones mentales que nos llevan de un extremo al otro? por el apego de los sentidos al mundo. Este Yoga de la Ecuanimidad, te permite estar libre de las emociones perturbadoras del orgullo, del egoísmo y de la euforia en el éxito, de la autocompasión en el dolor y de la desesperación en el fracaso. Sólo cuando la mente se mantiene en un estado de ecuanimidad, Atman se refleja claramente, el pilar de cualquier camino espiritual. Hay gente que piensa que el Karma Yoga es un camino inferior, que no permite alcanzar el Moksha y que por tanto ata al hombre al ciclo de nacimiento y muerte (Samsara). Pero en este verso el Señor niega tajantemente esta creencia.
No es el trabajo lo que ata al hombre, sino el apego a sus frutos. Si te apegas a los frutos de tus acciones, estás te atarán, y entrarás en la rueda del Samsara en donde en cada nacimiento disfrutarás, o sufrirás, el efecto de tus acciones, es decir de tu Karma. Sólo Atman-Jnana, el conocimiento de tu alma inmortal, el verdadero autoconocimiento, permite al hombre liberarse de los resultados de su trabajo. Esta ecuanimidad es el secreto del Karma Yoga. Cuando Krishna le dice “Cumpliendo así con tu responsabilidad”, le está diciendo: “Entonces participa en la batalla”. Si nos fijamos lo que quiere decir es que antes de actuar debemos conocer el secreto del trabajo, del Karma Yoga. Primero alcanza la ecuanimidad mental y entonces podrás actuar. Si no lo haces, la acción te atará, y el dolor y sufrimiento te acecharán. Por lo tanto en este segundo capítulo el Sankhya Yoga, Krishna primero le enseña a Arjuna, la doctrina más elevada del Vedanta: la indivisibilidad del hombre con Paramatman, la inmortalidad del yo, y luego desciende para enseñarle el método de trabajo: el Karma Yoga.
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