Swami Vivekananda, heredero espiritual de Sri Ramakrishna
Paramahansa, hizo un esfuerzo enorme explicando la filosofía del Gita y del Vedanta
comparándola con la filosofía occidental, siendo además el pionero en darlas a conocer a occidente.
Las obras completas de Swami Vivekananda, incluyen el volumen 1 sobre el Karma Yoga en donde sabiamente reflexiona sobre este camino del yoga.
El Karma Yoga, es en teoría, uno de los Yogas más accesibles para la mayoría
de la humanidad, pero entender bien “la correcta ciencia de la acción” o su
“impenetrable secreto” es muy complejo, y mucho más saber cómo implementarlo en
nuestras acciones. En cierto sentido este capítulo III, a pesar de su extensión,
puede no ser suficiente para entender la aplicación práctica del Karma Yoga.
Swami Vivekananda, heredero espiritual de Sri Ramakrishna Paramahansa, hizo
un esfuerzo enorme explicando la filosofía del Gita y del Vedanta comparándola
con la filosofía occidental, siendo además el pionero en darlas a conocer a
occidente. Las obras completas de Swami Vivekananda, incluyen el volumen 1 sobre
el Karma Yoga en donde sabiamente reflexiona sobre este camino del Yoga.
Vivekananda analiza perfectamente este camino desde diferentes puntos de
vista: espiritual, psicológico o filosófico. Y por ello hemos programado esta
asignatura después del estudio del Capítulo III del Gita. Sin estas reflexiones de Vivekananda creemos que sería difícil entender realmente las profundas implicaciones de este camino.
Conocer y reflexionar sobre esta magnífica obra sobre el Karma y el Karma Yoga de Swami Vivekananda es fundamental para profundizar en el aprendizaje del Bhagavad Gita, del Vedanta y de la filosofía hindú en general.
El conocimiento es el objetivo del hombre, y este conocimiento
espiritual se encuentra en su interior, siendo una componente fundamental en el carácter del ser humano. Por tanto, el placer no debería ser su objetivo,
La influencia del Karma en el conocimiento y en el carácter,
El mundo como representación de la voluntad y del pensamiento del ser humano,
Como Cristo (Bhakti Yoga o
El Yoga de la Devoción) y Buda (Karma Yoga) alcanzaron el mismo
objetivo,
Los motivos por los cuales el hombre actúa,
La importancia del Nishkama Yoga o la acción desapegada,
La gran lección del Gita: El trabajo es tu derecho, pero no sus frutos,
Como el autocontrol del hombre le permite desarrollar su voluntad,
Lecciones del Bhagavad Gita sobre el desapego en la acción,
¿Realmente el mundo necesita tu ayuda?
Todos los yogas conducen a la misma meta,
La ley del Karma está en la mente del hombre,
El universo que vemos es fruto del amor o de la libertad del hombre,
El conocimiento solo se alcanza mediante la experiencia,
El hombre no puede evitar la inacción,
El perfil del Karma Yogui,
El ideal del Karma Yoga: «Tienes derecho a la acción, pero no a sus frutos»,
Buda como el Karma Yogui ideal,
etc.
Además hace referencia a Sri Ramakrishna, al Bhagavad Gita, a los Upanishads,
a los Vedas... citando casos como la «Parábola del rey y el Sannyasin”, «El
Sannyasin que fue a un bosque a meditar”, «La parábola del duende”, «Cuando Shuka, hijo de Viasa, visitó al Rey Yanaka» o «El Canto del Cazador» así como
también citas cuando impartió su magistral conferencia en el Parlamento de las Religiones del Mundo en Chicago
En la siguiente reflexión de Swami Vivekananda encontramos la respuesta:
«El Karma Yoga, es un sistema moral y religioso destinado a
alcanzar la libertad mediante el desapego y las buenas acciones. El Karma-yogui no necesita creer en ninguna doctrina. Puede aun ni creer en Dios.
En cada instante de su vida el objetivo del Karma-yogui debe ser la realización,
porque él tiene que resolver solo por la acción, sin ayuda de doctrina teórica
alguna, el mismo problema al cual el Jnani aplica su razón e inspiración y el Bhakta su amor.
El Karma-yogui es el hombre que comprende que el más elevado ideal es la
no-resistencia y, además, que ésta es la más alta manifestación de poder cuando
realmente se posee; y también sabe que lo que se llama resistencia al mal es sólo un paso en el camino que conduce a la manifestación de ese poder más elevado, es decir, a la no-resistencia. Mientras no haya llegado a este ideal más elevado, el deber del hombre es resistir al mal; debe actuar, debe luchar,
debe resistir con toda su fuerza. Sólo entonces, cuando haya logrado el poder de
resistir, será una virtud la no-resistencia». Swami Vivekananda